La Educación en el Siglo XX
LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XX
En el siglo
XX su característica
común es la democratización de la enseñanza. lograda prácticamente en casi
todas partes
la implantación de la escuela primaria pública, universal, gratuita y
obligatoria en el siglo
último le correspondía al nuestro ampliar aquélla hasta comprender la
educación de la adolescencia,
o sea la enseñanza secundaria.
De
este modo, el cuadro general de reformas de la educación en la primera mitad
del siglo
XX será sin duda proseguido en lo que queda del siglo. Pero al mismo tiempo habrá de
atenderse a los países de América, Asia y África que han quedado más atrasados,
basta que
puedan alcanzar un nivel razonable, teniendo naturalmente en cuenta sus circunstancias políticas
y económicas.
1. ALEMANIA
Al
comenzar el siglo XX, la educación en Alemania sigue el camino trazado por el régimen imperial autoritario, aunque técnicamente eficiente, en el sentido de cumplir estrictamente
las leyes de la obligatoriedad y universalidad de la enseñanza Sin embargo, los
partidos avanzados y el magisterio trataron de llevar a cabo la idea de la
educación democrática
por medio de la "escuela unificada" (Einheitsschule) por la cual se
trataba de facilitar
el acceso a la enseñanza superior a todos o al menos a los alumnos más capaces.
La
Constitución adoptó otras medidas importantes en el sentido de proporcionar gratuitamente
el material de enseñanza a los alumnos, de suprimir las clases preparatorias de
los colegios secundarios, a los que sólo podían asistir los alumnos de familias
pudientes, y
de ordenar la preparación universitaria del magisterio En el campo de la
enseñanza religiosa
se llegó a un compromiso en virtud del cual se conservaba el carácter
confesional de
las escuelas, pero se libraba a maestros y alumnos de la obligación de darla o
recibirla, y se
introducía la escuela extraconfesional e interconfesional.
Se dictaron varias leyes,
la más
importante de las cuales fue la llamada "ley de la escuela básica
(Grundschulgesetz) organizando
los primeros cuatro años de la escuela primaria con carácter universal, obligatorio
y común para todos los alumnos. Otras disposiciones crearon un nuevo tipo de escuela
secundaria, la "escuela de transición", para que los alumnos
primarios pudieran pasar
a la escuela secundaria antes de la terminación de sus estudios.os objetivos de éste se pueden sintetizar
en los siguientes puntos:
- La formación del hombre como soldado político y su subordinación al jefe superior, el Führer.
- La creación de una conciencia racial-nacional corno entidad suprema.
- El desarrollo de la disciplina y de la obediencia ciega a las autorida de políticas.
- El cultivo y endurecimiento del cuerpo en forma parecida al ejercicio militar.
- La subordinación de la educación intelectual a la política, no admitiéndose la existencia de una ciencia independiente.
- La supresión de la libertad y la iniciativa individual en la educación de la voluntad.
- La subordinación de la educación religiosa a la política nacionalsocialista enseñanza.
Desde entonces el problema de la educación alemana ha consistido
en la juventud, al magisterio y al profesorado y en permitirles
un régimen
de libertad y democracia. Existen pruebas de que este proceso se está llevando
a cabo,
volviendo Alemania a ocupar el lugar que le corresponde en el mundo libre de la educación
y la cultura contemporáneas.
2. FRANCIA
Después
de las grandes leyes escolares de 1880, la educación francesa siguió aplicando
los principios de la educación universal, gratuita, obligatoria y laica.
Terminada la
primera guerra mundial, sintió sin embargo la necesidad de reformar su
enseñanza conforme
a lasideas democráticas de la llamada "escuela única" (école
unique), inspirada en
la "escuela unificada" alemana. Primeramente fueron los
"Compagnons", un grupo de profesores
combatientes, los que iniciaron en 1918 con su obra L'Université nouvelle el movimiento,
pidiendo la creación de una enseñanza democrática, la supresión de lasbarreras
que separaban a la enseñanza primaria escolar hasta los 14 años y la reducción
a cinco
de los siete años que comprendía la enseñanza secundaria.
Más
amplio y comprensivo fue el movimiento desarrollado por los representantes de lospartidos democráticos corno el radical socialista y el socialista,
distinguiéndose en esta labor
el líder de aquellos M. Edouard Herriot y el destacado pedagogo M. Ferdinand
Buisson.
Aquél presentó a la Cámara de Diputados, en 1920, un proyecto de ley organizando
la enseñanza nacional sobre estas bases:
Suprimir
las clases primarias de los liceos y colegios: abolir las retribuciones escolares
en todos los establecimientos públicos, de enseñanza secundaria y profesional;
en sustitución
del régimen de becas, admitir de derecho y sin gastos en estos establecimientos a
los candidatos reconocidos como los más capaces de seguir en ellos, con fruto
sus enseñanzas
como resultado de exámenes y concursos accesibles a los alumnos de las
escuelas
públicas o privadas; constituir con las subvenciones del Estado y las contribuciones
de la iniciativa privada un fondo nacional, sea de préstamos en honor a los estudiantes,
sea de adelantos a las familias que tengan necesidad de socorro. Después de varios
proyectos y disposiciones se dio un gran paso en el camino de la educación
democrática
en 1930, al iniciarse la gratuidad en la enseñanza secundaria, que fue
realizada plenamente
en 1932 y 1933, declarándola totalmente gratuita.
Otro
momento importante en el movimiento de reforma en el sentido de la educación
democrática está constituido por las reformas del ministro M. Jean Zay. quien
en 1937
presentó un importante proyecto de ley facilitando el paso a la enseñanza
secundaria a los
alumnos primarios y la creación de las llamadas "clases de
orientación" para guiar a éstos
a la terminación de sus estudios. Esta reforma se llevó a cabo el mismo año a
título de ensayo,
introduciendo también algunos de los principios de la escuela activa con las llamadas
"actividades dirigidas" (loisirs dírigés).
Terminada
la segunda guerra mundial, y aun antes, al comenzar el movimiento de liberación,
Francia emprendió la reforma de su educación, comenzando como era natural. por
abolir todas las medidas dictadas por el régimen de Pétain. Para ello nombró
una comisión
presidida por el eminente científico Langevin que ha dado su nombre a la
reforma.
El plan Langevin está inspirado en las ideas de la educación democrática y
trata de llevar
a la práctica la "escuela única anterior a la guerra, aunque sin nombrar a
ella, ni a sus defensores.
Por otra parte, tiende especialmente a favorecer la educación de los trabajadores,
a quienes trata de dar la mayor cultura general y profesional posible. En el
Plan,
que se llevará paulatinamente a cabo, se establece una enseñanza de primer
grado, que
va de los 3 a los 10 años, dividida en escuela materna (3 a 6 años) y escuela
primaria (7 a
10 años) ; sigue a ésta una enseñanza de segundo grado, que comprende de los 11
a los 18 años
dividida también en dos cielos: uno de observación (11 a 15 años) y otro de determinación
y selección de estudios (16 a 18) ; finalmente, está la enseñanza de tercer grado,
compuesta a su vez de tres cielos: uno preuniversitario, de preparación para la enseñanza
superior (2 años ) ; un ciclo de licenciatura (2 años) y otro de investigación
y
doctorado
(2 o más años).
Estas clases, aunque encuentran la
hostilidaddel
profesorado secundario, se van creando paulatinamente., año tras año, con
caráctervoluntario
para !os profesores y alumnos. Para conseguir sus fines, la reforma reduce el número
de alumnos Por profesor, introduce las actividades manuales y los trabajos
libres literarios,
las excursiones escolares, la autonomía de los alumnos, etc., y dispone la
reunión periódica
de profesores y padres para tratar de los alumnos y de su educación.
3. INGLATERRA
Corno
en los demás países europeos, la primera guerra mundial conmovió profundamente
la estructura del edificio educativo inglés. Anteriormente, éste se hallaba
constituido
por una serie de instituciones sin mucha conexión entre sí. La educación inglesa,
a pesar del proceso de nacionalización del siglo último, había quedado basada
en el esfuerzo
social, voluntario, y en la vida local, municipal. El Estado intervenía sólo
como sustentador
y orientador, pero sin dirigir la vida íntima de las instituciones que
-siguieron disfrutando
de una gran libertad administrativa y pedagógica. La guerra hizo ver la
necesidad
de una mayor intervención ,del Estado en la organización de la educación, y aun antes
de que terminara, en 1918, el Parlamento aprobó una ley, la ley Fisher, que comprendía
en esencia los siguientes puntos: 19 Cumplimiento de la obligación escolar, desde
los 6 a los 14 años suprimiendo todas las excepciones anteriores. 2° Asistencia bligatoria
de todos los muchachos y muchachas desde los 14 a los 18 años, que no asistieran
a otras escuelas, a una escuela de perfeccionamiento o de continuación, por lo menos
320 horas al año, durante la jornada de trabajo. 3° Subvenciones del Estado
para la creación
de comedores y roperos escolares, campos de vacaciones, inspección y
tratamiento médicos,
escuelas de guarda (nurseries) para niños de 2 a 5 años, escuelas de anormales, epilépticos
y físicamente impedidos, etc., y 4° Desarrollo de las escuelas post-primarias
por medio
de las central schools o sea escuelas de carácter técnico y educativo.
Las
circunstancias económicas de la postguerra impidieron que pudieran implantarse
algunas de estas medidas, como la asistencia obligatoria a las escuelas de continuación,
aunque muchas autoridades lo hicieron con carácter voluntario. Pero la ley de 1918
representó un progreso considerable en la democratización de la educación
pública inglesa.
El
movimiento en favor de la nacionalización y democratización de la educación no se
interrumpió en los años siguientes, sino que fue proseguido por los partidos
Políticos, sobre
todo por el laborista, que lo concretó en su fórmula "la enseñanza
secundaria para todos". En él se recomendaba la creación
de una especie de educación secundaria general y obligatoria proponiendo al efecto
que la enseñanza primaria terminase a los 11 años y se empezase entonces la secundaria
hasta los 15 o 16 con carácter también obligatorio. Otro paso más allá se dio
en 1938
con otro Informe, el Report Spens, que proponía la equiparación de la enseñanza En el proyecto
presentado en plena guerra por el ministro Butler, del Gobierno de
concentración nacional
presidido por Churchill, se decía: "El proyecto se basa en el
reconocimiento del principio
de que la educación es un proceso continuo realizado en diversas etapas. Para
los niños
menores de 5 años debe haber cantidad suficiente de escuelas maternas o de
guarda (nurserie
schools). El período de asistencia obligatoria se extenderá hasta los 15 años
sin excepciones
y con medidas para la siguiente ampliación hasta los 16 tan pronto como las circunstancias
lo permitan. El período desde los 5 años hasta la edad final se dividirá en dos
etapas: la primera que se conocerá como la primaria, comprenderá hasta los 11
años. Desde
esta edad se ofrecerá a todos los niños una educación secundaria de diversos
tipos,
pero
de igual consideración''.
Con
éstas y
otras
medidas complementarias, la educación pública inglesa se ha puesto a la cabeza
de todas
las de Europa.
4. ESTADOS UNIDOS
Estados
Unidos es el país que, sin duda., ha realizado mayores progresos en la universalización
de la educación, hasta el punto que puede decirse que su enseñanza constituye
el prototipo de la educación democrática. Su concepción esencial en este respecto,
puede sintetizarse en su frase: "igualdad de oportunidades educativas para
todos", que
ha llegado a convertirse en una realidad. Su espíritu ha sido formado por los
grandes estadistas
y pensadores, que desde la declaración de la Independencia se han preocupado, siempre
por la educación pública, como Washington, Jefferson, Lincoln, Horacio Mann, Henry
Barnard, William James, Stanley Hall, cte., de siglos anteriores y los
pedagogos de nuestro
tiempo, como John Dewey, Charles W. Elliot, Nicholas Murray Butler, William H. Kilpatrick,
Carleton Washburne, James B. Conant, etc. Como
es sabido, la educación en los Estados Unidos no es asunto del Gobierno Federal,
sino de los Gobiernos de los diversos Estados. Por ello no existen leves federales generales,
ni una uniformidad en cuanto a la cantidad y a la calidad de la educación sino que
en unos Estados ésta se halla más adelantada que en otros. Pero de todos modos,
hay una
tendencia hacia un nivel medio general elevado por la influencia recíproca
entre los Estados
y por las ideas de sus pedagogos y educadores. Las
principales características de la educación norteamericana, tales como pueden obtenerse
de su desarrollo histórico, son:
1°
La organización de la educación en una forma gradual, desde el jardín de infantes
a la universidad: la llamada "escala educativa" (educational ladder) por
la cual todo alumno puede llegar a los últimos grados de la enseñanza en una
forma continua, ininterrumpida.
2°
El enorme desarrollo alcanzado por esta educación en todos sus grados, extendiéndose
la obligación escolar hasta los 16 y más años en algunos Estados.
3°
La gran extensión lograda por la escuela secundaria (high school) a la que asiste
en algunos Estados el 80 % de la población adolescente.
4º
Las grandes facilidades para la asistencia a la enseñanza superior (Colleges y Universidades).
5°
El carácter gratuito de todas las instituciones públicas de educación sostenidas
por los Estados, desde el jardín de infantes a la universidad.
6°
El carácter laico o extraconfesional de su escuela, en la que no puede darse una
enseñanza religiosa confesional, cuando es sostenida con fondos públicos.
7º
La tendencia a la preparación universitaria del magisterio en sustitución de
la anterior normalista.
8º
El desarrollo de la educación técnica basada en el estudio científico.
9º
La implantación de la coeducación en todas las instituciones educativas.
10º
La participación en la educación de los factores sociales y locales y de las familias
que hacen de ella una función en la que están interesados todos los sectores
de la población. El
sentido de la educación democrática en los Estados Unidos lo ha sintetizado muy claramente
el profesor Ellwoor P. Cubberley en estas palabras: "Un principio que
hemos establecido
firmemente en nuestra política educativa es que las escuelas no sólo deben ofrecer
igual oportunidad para todos en cualquier grado o clase de escuela, sino
también que
el Estado debe ofrecer plena oportunidad sea igualmente gratuita y abierta a
todos. En otras
palabras, nosotros decidimos pronto, como una parte del gran movimiento
democrático
de la primera parte del siglo XX, que instituiríamos un completo sistema escolar
democrático, y no una copia de los sistemas aristocráticos y monárquicos de las
dosseries
de escuelas de los sistemas europeos. Tan pronto como nos fue posible
suprimimos los
impuestos escolares, ampliamos el curso escolar y ofrecimos escuelas y
materiales gratuitos.
Sustituimos el colegio secundario pago por la escuela secundaria gratuita, y al
basarla
en ininterrumpida escuela común, desarrollamos una escala educativa pida por la que
podían ascender los jóvenes que aspiraban a ello. Por encima de la escuela
secundaria
construimos
el colegio universitario y la universidad de Estado igualmente gratuitos.
Libramos
a las escuelas de su matiz de pobres y dimos las mismas oportunidades a las muchachas,
que a los muchachos. Para hacer a la escuela común en sus beneficios tan amplia
corno fuera posible, eliminamos también de ella todo rastro de control
eclesiástico.
Como
resultado de esto, tenemos en cada uno de los Estados un sistema gratuito, no sectario
e igualmente abierto a todos los niños del Estado, y al que pueden asistir
todos, a expensas
del Estado, todo el tiempo que puedan obtener provecho de las ventajas educativas
que se le ofrecen. Para alcanzar a ¡in número cada vez mayor de alumnos del país,
Y para retenerlos -más tiempos en las escuelas, el Estado está ampliando cada
vez más sus
sistemas de educación por la adición de nuevas escuelas y nuevos tipos de
educación, de
modo que aquellos puedan encontrar los beneficios que se acomodan a sus necesidades vitales.
De este modo ampliamos la pirámide educativa aumentando las oportunidades para que
se lleve cada vez mayor número de alumnos y se logre una democracia cada vez
más inteligente y más ilustrada"
5. RUSIA
La
historia de la educación en Rusia ha seguido el mismo proceso que la de los
países
occidentales, aunque con una marcha más lenta y retrasada. Sus comienzos hay
quebuscarlos
en los esfuerzos de Pedro el Grande, que reinó de 1689 a 1725, para introducir
la cultura
occidental en un país casi en estado bárbaro y de Catalina III, que reinó de
1762 a1796,
y que prosiguió esta labor civilizadora, inspirándose en el sentido típico de
los reyes del
despotismo ilustrado, acudiendo incluso al consejo de Diderot para la
organización de la educación
pública, Durante el siglo XIX se realiza un progreso lento, debido principalmente
a la resistencia de la iglesia ortodoxa y de los grandes terratenientes, pero no
obstante se desarrolló la enseñanza sobre todo en las grandes ciudades. En
cambio, elcampesino
quedó casi completamente abandonado.
La
revolución bolchevique de 1917 trató de remediar esta situación por una serie
de
medidas
apresuradas, con las que aspiraba a introducir algunas de las ideas más
avanzadas de
la pedagogía contemporánea. Comenzó por suprimir la enseñanza religiosa en las escuelas;
estableció la coeducación en todas ellas, y dio a todas las nacionalidades el derecho
de enseñar en su propio idioma. Al propio tiempo, facilitó el acceso a la
enseñanza superior
a todos los mayores de 16 años, hubieran asistido o no a la escuela secundaria.
Después
comenzó la reorganización interna de los establecimientos docentes. creando la
"escuela
única del trabajo" y uniendo así dos ideas pedagógicas de origen germano,
!a Arbeitschule
(escuela del trabajo) y la Einheitsschule (escuela unificada). En esta época,
las figuras
más destacadas de la educación fueron el ministro o comisario de educación
Lunatschars
y la compañera de Lenin, señora Krupskaya, más el pedagogo Blanski.
El
desarrollo de la educación rusa pública, única existente, pues no se permite la privada,
ha seguido el mismo proceso que la política comunista a través de los planes quinquenales.
En general puede decirse que supone un retroceso en las ideas pedagógicas avanzadas
adoptadas al comienzo y en cambio un desarrollo grande en el sentido de la educación
ampliada a toda la población sobre todo en el orden técnico y profesional. El espíritu
de la educación, es francamente político, comunista, conforme a las normas del partido
y de sus funcionarios. En la declaración del partido Comunista panruso se
decía: "El objetivo
básico de esta influencia [del proletariado] es engendrar una generación capaz
de implantar
finalmente el comunismo. Esto exige una escuela que sea "laica, es decir,
libre de,
toda suerte de enseñanza religiosa; educativa. que realice su enseñanza en la
lengua natal
de los alumnos, que haga resaltar la íntima relación que existe entre la
educación y el trabajo
socialmente productivo y que de este modo prepare miembros perfectos de la sociedad
comunista" 1.
El
retroceso en la educación rusa se observa en la supresión de los métodos
activos, de
la autonomía de los alumnos, de la coeducación de los sexos (después
restablecida) y de la
enseñanza gratuita en las escuelas secundarias y superiores. Esto no obstante
se ha aumentado
considerablemente el número de alumnos en las escuelas hasta los 16 años y el de,
los servicios de asistencias sociales en ellas. En
su organización actual, la educación pública en la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas aparece constituida. según los datos de la Enciclopedia de la Educación
Moderna 2, en la siguiente forma:
a)
Escuelas maternales y jardines de infantes, para niños de 3 a 7 oros;
b)
Escuelas primarias con cuatro arios de estudios;
c)
Escuelas secundarias de dos tipos: uno, la escuela secundaria incompleta, con
tres
años de estudio, y otro, la completa, con siete; Historia
de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 168 Transcrito
por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
d)
Los Technikums, que admiten a los alumnos de las escuelas secundarias incompletas,
y que tienen cuatro años de estudio;
e)
Las escuelas fábrica, para aprendices de 15 a 18 años.,
f)
Las facultades obreras para adultos mayores de 18 años que carecen de una preparación
secundaría, y
g)
Las escuelas técnicas superiores y las universidades para los que han completado
la enseñanza secundaria.
En
este sentido hay que reconocer, como lo han hecho los países occidentales, el enorme
proceso realizado en la enseñanza y la investigación científica y tecnológica
durante
los últimos años. Como
se ve, supone esto un esfuerzo considerable para elevar el nivel cultural y educativo
del pueblo ruso, que ha llegado a suprimir el analfabetismo. En general predominan
en su educación actual dos ideas esenciales: una, la política, de carácter comunista,
y otra la técnica, en el sentido de la industrialización, y ahora quizá de preparación
para la guerra. Falta en esa educación el sentido humanista, de respeto a la personalidad
individual, que aparece sumida en lo puramente colectivo. Falta el espíritu de libertad
y democracia, tal como la entienden las naciones occidentales, y que se traduce
en la
supresión de la enseñanza privada y en la falta de autonomía docente. El
alumno, como el
maestro, son sólo ruedas de esa gran máquina que constituye el Estado
colectivista soviético,
aunque en la actualidad parece que se tiende a conceder mayor autonomía pedagógica
y a enaltecer la labor de profesores y maestros.
6. ITALIA
Antes
de realizarse la Unidad italiana, en 1870, cada una de las regiones de laPenínsula eran independientes en materia de enseñanza, y en ellas era naturalmente diferente
el ritmo del movimiento educativo. Después de la invasión napoleónica, la influencia
de las ideas, revolucionarias francesas despertó, sobre todo en las regiones
de! Norte,
un gran interés por la educación. Pero la reacción subsiguiente de la Santa
Alianza produjo,
como en todas partes, !a paralización de aquél, hasta que un grupo de hombres distinguidos
inició el risorgimento político y cultural italiano a mediados del siglo. En el campo
de la educación hay que mencionar ante todo a Ferrante Aporti (1791-1858) fundador
de las escuelas o asilos infantiles, que se difundieron por toda Italia.
Asimismo hay
que citar, en el campo de la enseñanza oficial, la acción de la región del
Piarnonte, enla
cual, su ley 1859 debida al ministro Casati (1798-1873), asentó las bases sobre
las cuales había
de levantarse el edificio de la educación italiana. Posteriormente, al
realizarse la unidad,
la ley de, 1377 hizo obligatoria la asistencia escolar y suprimió la enseñanza religiosa
en las escuelas. Leyes posteriores como las de 1902 y 1906 desarrollaron la instrucción
popular hasta llegar a la de, 1911, la ley del ministro Credaro (1880-1939) que reformó
totalmente la scuolla italiana. Al
apoderarse del poder el fascismo, Mussolini emprendió la reforma de la
educación
italiana, nombrando al efecto ministro de Educación al filósofo Giovanni
Gentile (1875-1944)
y director de enseñanza primaria al pedagogo Giuseppe Lombardo-Radice, quienes
iniciaron la reforma con el decreto del 19 de octubre de 1923 y sobre todo, con
la Real
orden del 11 de noviembre del mismo año, que contiene interesantes
prescripciones didácticas.
La reforma estuvo inspirada, más que en las ideas fascistas totalitarias, en el espíritu
idealista de Gentile y en la técnica pedagógica de Lombardo-Radice. En ella se acentuaba
en efecto, el sentido espiritual-estético de la educación y los métodos activos
de la
escuela nueva. Se dejaba en gran libertad a los maestros para la aplicación de
las normas didácticas;
se descentralizaba la administración de la enseñanza, atendiendo a las modalidades
regionales, y se volvía a la educación religiosa confesional, no atendida anteriormente. Al
poco tiempo, Gentile y Lombardo tuvieron que abandonar el Ministerio, y entonces
aumentó la presión política fascista, que hizo de la educación italiana un mero instrumento
suyo. Allí los "balillas" tuvieron un
desarrollo extraordinario en
contra
de todo buen sentido pedagógico.
Terminada
la segunda guerra mundial Italia se ha preocupado, ante todo, de la reconstrucción
de las destrucciones sufridas tanto en el orden material como en el personal, y
por ello todavía no ha emprendido la reforma anunciada para la cual se ha
realizado una gran
encuesta entre el personal docente y otros elementos profesionales, políticos y diversos
estudios pedagógicos y sociales.
7. ESPAÑA
El
desarrollo de la educación en España ha sido más lento que en los demás países europeos
occidentales. Al terminar el siglo XIX se encontraba con un déficit
extraordinario de
escuelas y maestros y con una enorme proporción de analfabetos. La enseñanza secundaria
se hallaba casi por completo en manos de las órdenes religiosas. En cuanto a la educación
superior, se limitaba a la realización de exámenes y a la expedición de los
títulos profesionales
correspondientes. Se encargó el Estado del presupuesto
de la primera enseñanza (antes a cargo de los municipios) y se crearon escuelas e
instituciones de carácter científico y educativo. Gran parte de esto fue debido
al movimiento
iniciado en el siglo último por la Institución Libre de Enseñanza que
trascendió a
la enseñanza oficial por medio del Museo Pedagógico Nacional, que dirigió don
Manuel B.
Cossío, y por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones
Científicas, que presidió
don Santiago Ramón y Cajal y de la que fue alma don José Castillejo. Gracias a ello,
multitud de maestros y profesores tuvieron la oportunidad de estudiar las ideas
e instituciones
de educación europeas y de introducir los nuevos métodos de enseñanza en sus
escuelas. No dejó tampoco de ejercer influencia en este sentido la Revista de
Pedagogía y
sus publicaciones, dirigidas por el autor de estas líneas.
Al
proclamarse en 1931 la República española, ésta tuvo que atender ante todo a
los
problemas
más urgentes que había dejado sin resolver el régimen anterior. Para terminar
con
el déficit de escuelas y maestros se crearon 25.000 escuelas. Al propio tiempo,
se
emprendió
en gran escala la construcción de edificios escolares, para lo cual se aprobó
un
crédito
de 400 millones de pesetas, que había de aplicarse a razón de 50 millones
anuales.
En vista de las deficiencias que se observaban en la preparación del
magisterio,
se
procedió a una reforma radical de ésta, aumentando los años de estudio e
intensificando
la
cultura profesional. Para resolver el problema de la enseñanza de
la lengua materna, se dictó un importante decreto sobre bilingüismo, por el
cual se debía dar
la enseñanza en catalán y castellano en las escuelas. Mención especial debe
hacerse de las
Misiones Pedagógicas que realizaron una labor meritoria llevando a la población
rural los
elementos esenciales de la cultura con sus cursos, bibliotecas, coros, teatro,
cine, etc.
En
el campo de la educación secundaria, se reformó el enciclopédico plan de estudios
anterior, simplificándolo. Se facilitó el acceso a aquélla mediante la creación
de
becas
de estudios a los alumnos de las escuelas primarias más distinguidos. Al mismo tiempo
se aumentó el número de los Institutos de segunda enseñanza oficiales que antes existían
en número muy insuficiente. Finalmente, se sustituyó la enseñanza de las
órdenes religiosas,
que se había prohibido, mediante la incautación de sus edificios y la organización
de cursos de selección para sus profesores. En la enseñanza superior, se concedió
la autonomía a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid y
ala
Universidad de Barcelona; se organizó una Universidad Internacional en un
antiguo Palacio
Real y se aumentaron los créditos para las investigaciones científicas y
estudios superiores.
Algunas de sus reformas fueron sin duda precipitadas, como las referentes a la sustitución
de la enseñanza de las órdenes religiosas, pero tenían también su justificación por
el monopolio y los abusos de éstas en materia de enseñanza. El Gobierno del
general Franco
suprimió naturalmente todas las reformas de la República en materia de
enseñanza y las
sustituyó por otras propias, de signo contrario, acentuando el carácter
sectario religioso y
político de la instrucción pública.
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