La Educación en el Siglo XX

LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XX
En el siglo XX su característica común es la democratización de la enseñanza. lograda prácticamente en casi todas partes la implantación de la escuela primaria pública, universal, gratuita y obligatoria en el siglo último le correspondía al nuestro ampliar aquélla hasta comprender la educación de la adolescencia, o sea la enseñanza secundaria. 


De este modo, el cuadro general de reformas de la educación en la primera mitad del siglo XX será sin duda proseguido en lo que queda del siglo. Pero al mismo tiempo habrá de atenderse a los países de América, Asia y África que han quedado más atrasados, basta que puedan alcanzar un nivel razonable, teniendo naturalmente en cuenta sus circunstancias políticas y económicas.

1. ALEMANIA
Al comenzar el siglo XX, la educación en Alemania sigue el camino trazado por el régimen  imperial autoritario, aunque técnicamente eficiente, en el sentido de cumplir estrictamente las leyes de la obligatoriedad y universalidad de la enseñanza Sin embargo, los partidos avanzados y el magisterio trataron de llevar a cabo la idea de la educación democrática por medio de la "escuela unificada" (Einheitsschule) por la cual se trataba de facilitar el acceso a la enseñanza superior a todos o al menos a los alumnos más capaces.
La Constitución adoptó otras medidas importantes en el sentido de proporcionar gratuitamente el material de enseñanza a los alumnos, de suprimir las clases preparatorias de los colegios secundarios, a los que sólo podían asistir los alumnos de familias pudientes, y de ordenar la preparación universitaria del magisterio En el campo de la enseñanza religiosa se llegó a un compromiso en virtud del cual se conservaba el carácter confesional de las escuelas, pero se libraba a maestros y alumnos de la obligación de darla o recibirla, y se introducía la escuela extraconfesional e interconfesional.

Se dictaron varias leyes, la más importante de las cuales fue la llamada "ley de la escuela básica (Grundschulgesetz) organizando los primeros cuatro años de la escuela primaria con carácter universal, obligatorio y común para todos los alumnos. Otras disposiciones crearon un nuevo tipo de escuela secundaria, la "escuela de transición", para que los alumnos primarios pudieran pasar a la escuela secundaria antes de la terminación de sus estudios.os objetivos de éste se pueden sintetizar en los siguientes puntos:
  1.  La formación del hombre como soldado político y su subordinación al jefe superior, el Führer.
  2. La creación de una conciencia racial-nacional corno entidad suprema.
  3. El desarrollo de la disciplina y de la obediencia ciega a las autorida de políticas.
  4. El cultivo y endurecimiento del cuerpo en forma parecida al ejercicio militar.
  5. La subordinación de la educación intelectual a la política, no admitiéndose la existencia de una ciencia independiente.
  6. La supresión de la libertad y la iniciativa individual en la educación de la voluntad.
  7. La subordinación de la educación religiosa a la política nacionalsocialista enseñanza.
Desde entonces el problema de la educación alemana ha consistido en la juventud, al magisterio y al profesorado y en permitirles un régimen de libertad y democracia. Existen pruebas de que este proceso se está llevando a cabo, volviendo Alemania a ocupar el lugar que le corresponde en el mundo libre de la educación y la cultura contemporáneas.



2. FRANCIA
Después de las grandes leyes escolares de 1880, la educación francesa siguió aplicando los principios de la educación universal, gratuita, obligatoria y laica. Terminada la primera guerra mundial, sintió sin embargo la necesidad de reformar su enseñanza conforme a lasideas democráticas de la llamada "escuela única" (école unique), inspirada en la "escuela unificada" alemana. Primeramente fueron los "Compagnons", un grupo de profesores combatientes, los que iniciaron en 1918 con su obra L'Université nouvelle el movimiento, pidiendo la creación de una enseñanza democrática, la supresión de lasbarreras que separaban a la enseñanza primaria escolar hasta los 14 años y la reducción a cinco de los siete años que comprendía la enseñanza secundaria.
Más amplio y comprensivo fue el movimiento desarrollado por los representantes de lospartidos democráticos corno el radical socialista y el socialista, distinguiéndose en esta labor el líder de aquellos M. Edouard Herriot y el destacado pedagogo M. Ferdinand
Buisson. Aquél presentó a la Cámara de Diputados, en 1920, un proyecto de ley organizando la enseñanza nacional sobre estas bases:
Suprimir las clases primarias de los liceos y colegios: abolir las retribuciones escolares en todos los establecimientos públicos, de enseñanza secundaria y profesional; en sustitución del régimen de becas, admitir de derecho y sin gastos en estos establecimientos a los candidatos reconocidos como los más capaces de seguir en ellos, con fruto sus enseñanzas como resultado de exámenes y concursos accesibles a los alumnos de las
escuelas públicas o privadas; constituir con las subvenciones del Estado y las contribuciones de la iniciativa privada un fondo nacional, sea de préstamos en honor a los estudiantes, sea de adelantos a las familias que tengan necesidad de socorro. Después de varios proyectos y disposiciones se dio un gran paso en el camino de la educación
democrática en 1930, al iniciarse la gratuidad en la enseñanza secundaria, que fue realizada plenamente en 1932 y 1933, declarándola totalmente gratuita.
Otro momento importante en el movimiento de reforma en el sentido de la educación democrática está constituido por las reformas del ministro M. Jean Zay. quien en 1937 presentó un importante proyecto de ley facilitando el paso a la enseñanza secundaria a los alumnos primarios y la creación de las llamadas "clases de orientación" para guiar a éstos a la terminación de sus estudios. Esta reforma se llevó a cabo el mismo año a título de ensayo, introduciendo también algunos de los principios de la escuela activa con las llamadas "actividades dirigidas" (loisirs dírigés).
Terminada la segunda guerra mundial, y aun antes, al comenzar el movimiento de liberación, Francia emprendió la reforma de su educación, comenzando como era natural. por abolir todas las medidas dictadas por el régimen de Pétain. Para ello nombró una comisión presidida por el eminente científico Langevin que ha dado su nombre a la
reforma. El plan Langevin está inspirado en las ideas de la educación democrática y trata de llevar a la práctica la "escuela única anterior a la guerra, aunque sin nombrar a ella, ni a sus defensores. Por otra parte, tiende especialmente a favorecer la educación de los trabajadores, a quienes trata de dar la mayor cultura general y profesional posible. En el
Plan, que se llevará paulatinamente a cabo, se establece una enseñanza de primer grado, que va de los 3 a los 10 años, dividida en escuela materna (3 a 6 años) y escuela primaria (7 a 10 años) ; sigue a ésta una enseñanza de segundo grado, que comprende de los 11 a los 18 años dividida también en dos cielos: uno de observación (11 a 15 años) y otro de determinación y selección de estudios (16 a 18) ; finalmente, está la enseñanza de tercer grado, compuesta a su vez de tres cielos: uno preuniversitario, de preparación para la enseñanza superior (2 años ) ; un ciclo de licenciatura (2 años) y otro de investigación y
doctorado (2 o más años).
Estas clases, aunque encuentran la hostilidaddel profesorado secundario, se van creando paulatinamente., año tras año, con caráctervoluntario para !os profesores y alumnos. Para conseguir sus fines, la reforma reduce el número de alumnos Por profesor, introduce las actividades manuales y los trabajos libres literarios, las excursiones escolares, la autonomía de los alumnos, etc., y dispone la reunión periódica de profesores y padres para tratar de los alumnos y de su educación.
3. INGLATERRA
Corno en los demás países europeos, la primera guerra mundial conmovió profundamente la estructura del edificio educativo inglés. Anteriormente, éste se hallaba
constituido por una serie de instituciones sin mucha conexión entre sí. La educación inglesa, a pesar del proceso de nacionalización del siglo último, había quedado basada en el esfuerzo social, voluntario, y en la vida local, municipal. El Estado intervenía sólo como sustentador y orientador, pero sin dirigir la vida íntima de las instituciones que -siguieron disfrutando de una gran libertad administrativa y pedagógica. La guerra hizo ver la
necesidad de una mayor intervención ,del Estado en la organización de la educación, y aun antes de que terminara, en 1918, el Parlamento aprobó una ley, la ley Fisher, que comprendía en esencia los siguientes puntos: 19 Cumplimiento de la obligación escolar, desde los 6 a los 14 años suprimiendo todas las excepciones anteriores. 2° Asistencia bligatoria de todos los muchachos y muchachas desde los 14 a los 18 años, que no asistieran a otras escuelas, a una escuela de perfeccionamiento o de continuación, por lo menos 320 horas al año, durante la jornada de trabajo. 3° Subvenciones del Estado para la creación de comedores y roperos escolares, campos de vacaciones, inspección y tratamiento médicos, escuelas de guarda (nurseries) para niños de 2 a 5 años, escuelas de anormales, epilépticos y físicamente impedidos, etc., y 4° Desarrollo de las escuelas post-primarias por medio de las central schools o sea escuelas de carácter técnico y educativo.
Las circunstancias económicas de la postguerra impidieron que pudieran implantarse algunas de estas medidas, como la asistencia obligatoria a las escuelas de continuación, aunque muchas autoridades lo hicieron con carácter voluntario. Pero la ley de 1918 representó un progreso considerable en la democratización de la educación pública inglesa.
El movimiento en favor de la nacionalización y democratización de la educación no se interrumpió en los años siguientes, sino que fue proseguido por los partidos Políticos, sobre todo por el laborista, que lo concretó en su fórmula "la enseñanza secundaria para todos".  En él se recomendaba la creación de una especie de educación secundaria general y obligatoria proponiendo al efecto que la enseñanza primaria terminase a los 11 años y se empezase entonces la secundaria hasta los 15 o 16 con carácter también obligatorio. Otro paso más allá se dio en 1938 con otro Informe, el Report Spens, que proponía la equiparación de la enseñanza  En el proyecto presentado en plena guerra por el ministro Butler, del Gobierno de concentración nacional presidido por Churchill, se decía: "El proyecto se basa en el reconocimiento del principio de que la educación es un proceso continuo realizado en diversas etapas. Para los niños menores de 5 años debe haber cantidad suficiente de escuelas maternas o de guarda (nurserie schools). El período de asistencia obligatoria se extenderá hasta los 15 años sin excepciones y con medidas para la siguiente ampliación hasta los 16 tan pronto como las circunstancias lo permitan. El período desde los 5 años hasta la edad final se dividirá en dos etapas: la primera que se conocerá como la primaria, comprenderá hasta los 11 años. Desde esta edad se ofrecerá a todos los niños una educación secundaria de diversos tipos,
pero de igual consideración''.
Con éstas y
otras medidas complementarias, la educación pública inglesa se ha puesto a la cabeza de todas las de Europa.
4. ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos es el país que, sin duda., ha realizado mayores progresos en la universalización de la educación, hasta el punto que puede decirse que su enseñanza constituye el prototipo de la educación democrática. Su concepción esencial en este respecto, puede sintetizarse en su frase: "igualdad de oportunidades educativas para todos", que ha llegado a convertirse en una realidad. Su espíritu ha sido formado por los grandes estadistas y pensadores, que desde la declaración de la Independencia se han preocupado, siempre por la educación pública, como Washington, Jefferson, Lincoln, Horacio Mann, Henry Barnard, William James, Stanley Hall, cte., de siglos anteriores y los pedagogos de nuestro tiempo, como John Dewey, Charles W. Elliot, Nicholas Murray Butler, William H. Kilpatrick, Carleton Washburne, James B. Conant, etc. Como es sabido, la educación en los Estados Unidos no es asunto del Gobierno Federal, sino de los Gobiernos de los diversos Estados. Por ello no existen leves federales generales, ni una uniformidad en cuanto a la cantidad y a la calidad de la educación sino que en unos Estados ésta se halla más adelantada que en otros. Pero de todos modos, hay una tendencia hacia un nivel medio general elevado por la influencia recíproca entre los Estados y por las ideas de sus pedagogos y educadores. Las principales características de la educación norteamericana, tales como pueden obtenerse de su desarrollo histórico, son:
1° La organización de la educación en una forma gradual, desde el jardín de infantes a la universidad: la llamada "escala educativa" (educational ladder) por la cual todo alumno puede llegar a los últimos grados de la enseñanza en una forma continua, ininterrumpida.
2° El enorme desarrollo alcanzado por esta educación en todos sus grados, extendiéndose la obligación escolar hasta los 16 y más años en algunos Estados.
3° La gran extensión lograda por la escuela secundaria (high school) a la que asiste en algunos Estados el 80 % de la población adolescente.
4º Las grandes facilidades para la asistencia a la enseñanza superior (Colleges y Universidades).
5° El carácter gratuito de todas las instituciones públicas de educación sostenidas por los Estados, desde el jardín de infantes a la universidad.
6° El carácter laico o extraconfesional de su escuela, en la que no puede darse una enseñanza religiosa confesional, cuando es sostenida con fondos públicos.
7º La tendencia a la preparación universitaria del magisterio en sustitución de la anterior normalista.
8º El desarrollo de la educación técnica basada en el estudio científico.
9º La implantación de la coeducación en todas las instituciones educativas.
10º La participación en la educación de los factores sociales y locales y de las familias que hacen de ella una función en la que están interesados todos los sectores de la población. El sentido de la educación democrática en los Estados Unidos lo ha sintetizado muy claramente el profesor Ellwoor P. Cubberley en estas palabras: "Un principio que hemos establecido firmemente en nuestra política educativa es que las escuelas no sólo deben ofrecer igual oportunidad para todos en cualquier grado o clase de escuela, sino también que el Estado debe ofrecer plena oportunidad sea igualmente gratuita y abierta a todos. En otras palabras, nosotros decidimos pronto, como una parte del gran movimiento
democrático de la primera parte del siglo XX, que instituiríamos un completo sistema escolar democrático, y no una copia de los sistemas aristocráticos y monárquicos de las dosseries de escuelas de los sistemas europeos. Tan pronto como nos fue posible suprimimos los impuestos escolares, ampliamos el curso escolar y ofrecimos escuelas y materiales gratuitos. Sustituimos el colegio secundario pago por la escuela secundaria gratuita, y al
basarla en ininterrumpida escuela común, desarrollamos una escala educativa pida por la que podían ascender los jóvenes que aspiraban a ello. Por encima de la escuela secundaria
construimos el colegio universitario y la universidad de Estado igualmente gratuitos.
Libramos a las escuelas de su matiz de pobres y dimos las mismas oportunidades a las muchachas, que a los muchachos. Para hacer a la escuela común en sus beneficios tan amplia corno fuera posible, eliminamos también de ella todo rastro de control eclesiástico.
Como resultado de esto, tenemos en cada uno de los Estados un sistema gratuito, no sectario e igualmente abierto a todos los niños del Estado, y al que pueden asistir todos, a expensas del Estado, todo el tiempo que puedan obtener provecho de las ventajas educativas que se le ofrecen. Para alcanzar a ¡in número cada vez mayor de alumnos del país, Y para retenerlos -más tiempos en las escuelas, el Estado está ampliando cada vez más sus sistemas de educación por la adición de nuevas escuelas y nuevos tipos de educación, de modo que aquellos puedan encontrar los beneficios que se acomodan a sus necesidades vitales. De este modo ampliamos la pirámide educativa aumentando las oportunidades para que se lleve cada vez mayor número de alumnos y se logre una democracia cada vez más inteligente y más ilustrada" 

5. RUSIA
La historia de la educación en Rusia ha seguido el mismo proceso que la de los
países occidentales, aunque con una marcha más lenta y retrasada. Sus comienzos hay quebuscarlos en los esfuerzos de Pedro el Grande, que reinó de 1689 a 1725, para introducir la cultura occidental en un país casi en estado bárbaro y de Catalina III, que reinó de 1762 a1796, y que prosiguió esta labor civilizadora, inspirándose en el sentido típico de los reyes del despotismo ilustrado, acudiendo incluso al consejo de Diderot para la organización de la educación pública, Durante el siglo XIX se realiza un progreso lento, debido principalmente a la resistencia de la iglesia ortodoxa y de los grandes terratenientes, pero no obstante se desarrolló la enseñanza sobre todo en las grandes ciudades. En cambio, elcampesino quedó casi completamente abandonado.
La revolución bolchevique de 1917 trató de remediar esta situación por una serie de
medidas apresuradas, con las que aspiraba a introducir algunas de las ideas más avanzadas de la pedagogía contemporánea. Comenzó por suprimir la enseñanza religiosa en las escuelas; estableció la coeducación en todas ellas, y dio a todas las nacionalidades el derecho de enseñar en su propio idioma. Al propio tiempo, facilitó el acceso a la enseñanza superior a todos los mayores de 16 años, hubieran asistido o no a la escuela secundaria.
Después comenzó la reorganización interna de los establecimientos docentes. creando la
"escuela única del trabajo" y uniendo así dos ideas pedagógicas de origen germano, !a Arbeitschule (escuela del trabajo) y la Einheitsschule (escuela unificada). En esta época, las figuras más destacadas de la educación fueron el ministro o comisario de educación
Lunatschars y la compañera de Lenin, señora Krupskaya, más el pedagogo Blanski.

El desarrollo de la educación rusa pública, única existente, pues no se permite la privada, ha seguido el mismo proceso que la política comunista a través de los planes quinquenales. En general puede decirse que supone un retroceso en las ideas pedagógicas avanzadas adoptadas al comienzo y en cambio un desarrollo grande en el sentido de la educación ampliada a toda la población sobre todo en el orden técnico y profesional. El espíritu de la educación, es francamente político, comunista, conforme a las normas del partido y de sus funcionarios. En la declaración del partido Comunista panruso se decía: "El objetivo básico de esta influencia [del proletariado] es engendrar una generación capaz de implantar finalmente el comunismo. Esto exige una escuela que sea "laica, es decir, libre de, toda suerte de enseñanza religiosa; educativa. que realice su enseñanza en la lengua natal de los alumnos, que haga resaltar la íntima relación que existe entre la educación y el trabajo socialmente productivo y que de este modo prepare miembros perfectos de la sociedad comunista" 1.
El retroceso en la educación rusa se observa en la supresión de los métodos activos, de la autonomía de los alumnos, de la coeducación de los sexos (después restablecida) y de la enseñanza gratuita en las escuelas secundarias y superiores. Esto no obstante se ha aumentado considerablemente el número de alumnos en las escuelas hasta los 16 años y el de, los servicios de asistencias sociales en ellas. En su organización actual, la educación pública en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas aparece constituida. según los datos de la Enciclopedia de la Educación Moderna 2, en la siguiente forma:
a) Escuelas maternales y jardines de infantes, para niños de 3 a 7 oros;
b) Escuelas primarias con cuatro arios de estudios;
c) Escuelas secundarias de dos tipos: uno, la escuela secundaria incompleta, con
tres años de estudio, y otro, la completa, con siete; Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 168 Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
d) Los Technikums, que admiten a los alumnos de las escuelas secundarias incompletas, y que tienen cuatro años de estudio;
e) Las escuelas fábrica, para aprendices de 15 a 18 años.,
f) Las facultades obreras para adultos mayores de 18 años que carecen de una preparación secundaría, y
g) Las escuelas técnicas superiores y las universidades para los que han completado la enseñanza secundaria.

En este sentido hay que reconocer, como lo han hecho los países occidentales, el enorme proceso realizado en la enseñanza y la investigación científica y tecnológica
durante los últimos años. Como se ve, supone esto un esfuerzo considerable para elevar el nivel cultural y educativo del pueblo ruso, que ha llegado a suprimir el analfabetismo. En general predominan en su educación actual dos ideas esenciales: una, la política, de carácter comunista, y otra la técnica, en el sentido de la industrialización, y ahora quizá de preparación para la guerra. Falta en esa educación el sentido humanista, de respeto a la personalidad individual, que aparece sumida en lo puramente colectivo. Falta el espíritu de libertad y democracia, tal como la entienden las naciones occidentales, y que se traduce en la supresión de la enseñanza privada y en la falta de autonomía docente. El alumno, como el maestro, son sólo ruedas de esa gran máquina que constituye el Estado colectivista soviético, aunque en la actualidad parece que se tiende a conceder mayor autonomía pedagógica y a enaltecer la labor de profesores y maestros.
6. ITALIA
Antes de realizarse la Unidad italiana, en 1870, cada una de las regiones de laPenínsula  eran independientes en materia de enseñanza, y en ellas era naturalmente diferente el ritmo del movimiento educativo. Después de la invasión napoleónica, la influencia de las ideas, revolucionarias francesas despertó, sobre todo en las regiones de! Norte, un gran interés por la educación. Pero la reacción subsiguiente de la Santa Alianza produjo, como en todas partes, !a paralización de aquél, hasta que un grupo de hombres distinguidos inició el risorgimento político y cultural italiano a mediados del siglo. En el campo de la educación hay que mencionar ante todo a Ferrante Aporti (1791-1858) fundador de las escuelas o asilos infantiles, que se difundieron por toda Italia. Asimismo hay que citar, en el campo de la enseñanza oficial, la acción de la región del Piarnonte, enla cual, su ley 1859 debida al ministro Casati (1798-1873), asentó las bases sobre las cuales había de levantarse el edificio de la educación italiana. Posteriormente, al realizarse la unidad, la ley de, 1377 hizo obligatoria la asistencia escolar y suprimió la enseñanza religiosa en las escuelas. Leyes posteriores como las de 1902 y 1906 desarrollaron la instrucción popular hasta llegar a la de, 1911, la ley del ministro Credaro (1880-1939) que reformó totalmente la scuolla italiana. Al apoderarse del poder el fascismo, Mussolini emprendió la reforma de la
educación italiana, nombrando al efecto ministro de Educación al filósofo Giovanni Gentile (1875-1944) y director de enseñanza primaria al pedagogo Giuseppe Lombardo-Radice, quienes iniciaron la reforma con el decreto del 19 de octubre de 1923 y sobre todo, con la Real orden del 11 de noviembre del mismo año, que contiene interesantes prescripciones didácticas. La reforma estuvo inspirada, más que en las ideas fascistas totalitarias, en el espíritu idealista de Gentile y en la técnica pedagógica de Lombardo-Radice. En ella se acentuaba en efecto, el sentido espiritual-estético de la educación y los métodos activos de la escuela nueva. Se dejaba en gran libertad a los maestros para la aplicación de las normas didácticas; se descentralizaba la administración de la enseñanza, atendiendo a las modalidades regionales, y se volvía a la educación religiosa confesional, no atendida anteriormente. Al poco tiempo, Gentile y Lombardo tuvieron que abandonar el Ministerio, y entonces aumentó la presión política fascista, que hizo de la educación italiana un mero instrumento suyo.  Allí los "balillas" tuvieron un desarrollo extraordinario en
contra de todo buen sentido pedagógico.
Terminada la segunda guerra mundial Italia se ha preocupado, ante todo, de la reconstrucción de las destrucciones sufridas tanto en el orden material como en el personal, y por ello todavía no ha emprendido la reforma anunciada para la cual se ha realizado una gran encuesta entre el personal docente y otros elementos profesionales, políticos y diversos estudios pedagógicos y sociales.
7. ESPAÑA
El desarrollo de la educación en España ha sido más lento que en los demás países europeos occidentales. Al terminar el siglo XIX se encontraba con un déficit extraordinario de escuelas y maestros y con una enorme proporción de analfabetos. La enseñanza secundaria se hallaba casi por completo en manos de las órdenes religiosas. En cuanto a la educación superior, se limitaba a la realización de exámenes y a la expedición de los títulos profesionales correspondientes. Se encargó el Estado del presupuesto de la primera enseñanza (antes a cargo de los municipios) y se crearon escuelas e instituciones de carácter científico y educativo. Gran parte de esto fue debido al movimiento iniciado en el siglo último por la Institución Libre de Enseñanza que trascendió a la enseñanza oficial por medio del Museo Pedagógico Nacional, que dirigió don Manuel B. Cossío, y por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, que presidió don Santiago Ramón y Cajal y de la que fue alma don José Castillejo. Gracias a ello, multitud de maestros y profesores tuvieron la oportunidad de estudiar las ideas e instituciones de educación europeas y de introducir los nuevos métodos de enseñanza en sus escuelas. No dejó tampoco de ejercer influencia en este sentido la Revista de Pedagogía y sus publicaciones, dirigidas por el autor de estas líneas.
Al proclamarse en 1931 la República española, ésta tuvo que atender ante todo a los
problemas más urgentes que había dejado sin resolver el régimen anterior. Para terminar
con el déficit de escuelas y maestros se crearon 25.000 escuelas. Al propio tiempo, se
emprendió en gran escala la construcción de edificios escolares, para lo cual se aprobó un
crédito de 400 millones de pesetas, que había de aplicarse a razón de 50 millones anuales.
En vista de las deficiencias que se observaban en la preparación del magisterio,
se procedió a una reforma radical de ésta, aumentando los años de estudio e intensificando
la cultura profesional. Para resolver el problema de la enseñanza de la lengua materna, se dictó un importante decreto sobre bilingüismo, por el cual se debía dar la enseñanza en catalán y castellano en las escuelas. Mención especial debe hacerse de las Misiones Pedagógicas que realizaron una labor meritoria llevando a la población rural los elementos esenciales de la cultura con sus cursos, bibliotecas, coros, teatro, cine, etc.
En el campo de la educación secundaria, se reformó el enciclopédico plan de estudios anterior, simplificándolo. Se facilitó el acceso a aquélla mediante la creación de
becas de estudios a los alumnos de las escuelas primarias más distinguidos. Al mismo tiempo se aumentó el número de los Institutos de segunda enseñanza oficiales que antes existían en número muy insuficiente. Finalmente, se sustituyó la enseñanza de las órdenes religiosas, que se había prohibido, mediante la incautación de sus edificios y la organización de cursos de selección para sus profesores. En la enseñanza superior, se concedió la autonomía a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid y ala Universidad de Barcelona; se organizó una Universidad Internacional en un antiguo Palacio Real y se aumentaron los créditos para las investigaciones científicas y estudios superiores.
Algunas de sus reformas fueron sin duda precipitadas, como las referentes a la sustitución de la enseñanza de las órdenes religiosas, pero tenían también su justificación por el monopolio y los abusos de éstas en materia de enseñanza. El Gobierno del general Franco suprimió naturalmente todas las reformas de la República en materia de enseñanza y las sustituyó por otras propias, de signo contrario, acentuando el carácter sectario religioso y político de la instrucción pública.
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